En nuestra nota anterior hablamos sobre la transición de bebé a niño y cómo podemos adaptar la habitación a esos cambios. Y ahora es el turno del siguiente gran salto: de la infancia a la adolescencia.
Los chicos crecen ante nuestros ojos y, de un momento a otro, pasan de la cuna a su propia cama. La habitación de un bebé se transforma en la de un niño.